Comercio exterior


Teoría del comercio exterior

La lucha es librada entre liberalistas y proteccionistas; azuzados por soñadores, por platónicos, que sueñan un mundo ideal.

En la realidad la vida es selectiva. La sociedad se estratifica, y, solamente, puede asegurar su perdurabilidad si crea instituciones virtuosas; al decir aristotélico significa instituir una sociedad basada en la práctica común de valores que busquen preservar el bien común de todos.

El marxismo plantea claramente una sociedad donde “cada persona aporta según su capacidad y recibe de ella según su necesidad” insinuando la diversidad y libertad de acción.

Más allá de la lucha anotada, sin embargo, prima el impulso natural, instintivo, que impele al hombre a la lucha. A saber, el objeto de la lucha se resume a la obtención del poder (poder ser y poder hacer); la pretensión es absurda, por cuanto el poder es limitado y el discurrir universal (de cosas y gentes) es ilimitado.

Estructuralmente, el verdadero poder es el económico y el comercio, en general, apunta a la obtención del poder económico. Hasta ahora, este poder parece absoluto, capaz de enseñorearse sobre todo y todos. Y ciertamente, ese uso no ha contribuido al ideal de la humanidad.

El comercio ha evolucionado de un simple y necesario intercambio de mercancías entre personas, hacia un comercio exterior entre países, que sigue siendo intercambio de mercancías, con el agregado de que en la lucha, el poder de los estados-nación se los utiliza anónima e impunemente a favor de los poderosos.

El comercio internacional supone la teorización del comercio mismo, queriéndole otorgar un sentido racional y lógico acerca de los movimientos y comportamientos de todos los actores del comerció exterior, en la pretensión de que su aplicación traería el tan ansiado postulado humanístico, cosa que se pinta aún más lejos.

Hoy por hoy, el comercio apunta hacia una economía mundial vulgarmente conocida como globalización; este fenómeno se considera como una mera mercatización del mundo entero, es decir, la conversión del mundo en un mercado único, donde todo se compra y todo se vende. La total liberalización del comercio, libre de fronteras.

También, hoy por hoy, se sostiene que el comercio internacional está en sus postrimerías en torno a dos sucesos.

(1) La teoría del comercio exterior se fundaba en la inmovilidad de los factores de producción que demandaba la acción de los estados-nación y, bien sabemos, que tanto el capital, el trabajo, la tecnología, etc., circulan libremente, poniendo en entredicho la validez de la teoría que lo sustentaba.

(2) Los factores que hacen a la producción son la tierra (o elemento natural que soporta cualquier bien), el capital y el trabajo. Históricamente, tanto la tierra como el capital ya tuvieron su momento, es decir, en su momento la tierra era sinónimo de poder, como lo es ahora el capital, que necesariamente debe ceder el poder al elemento trabajo.

Drucker señala que esa es la nueva realidad, que ahora estamos viviendo el futuro, que quizás no sabemos explicar bien cómo o qué es, que sin embargo, la vivimos día a día.

La globalización deviene como un imperativo, no a causa de las teorías administrativas o de negocios, sino en virtud de la fuerza natural del cambio y/o evolución.

Esto ha sido posible gracias a los avances de la tecnología de la información. La información desafía todo tipo de barreras, sean éstas físicas o políticas, y se ve facilitada por el establecimiento de plataformas que simplifican la aplicación de la tecnología a tareas definidas.

Si la economía global se ve impulsada por la tecnología, entonces el conocimiento constituye su material mas preciado. Antes el conocimiento era visto como una amenaza, ahora debe verse como una inmensa fuente de oportunidades.

Y volvemos al inicio. ¿liberalismo o proteccionismo? ¿Platón o Aristóteles o Marx? ¿Humanismo?

[volver]

S.I.G.A Ltda.